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Mostrando entradas de noviembre, 2022

Capítulo 57: La entrevista.

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   La entrevista. Aquella entrevista tan aterradora con Loos y Miller se produjo en el hotel Savoy . La guionista y el productor habían venido a verme al hotel de manera expresa solo para conocerme. Me vestí de forma cómoda, con una camisa blanca de hombre anudada a la cintura, una falda negra y zapatos planos.    Me hicieron leer algunos pasajes de la obra. No lo hice demasiado bien debido a los nervios y a que no dejaba de recordarme a mí misma que realmente no era actriz. Aun así Loos estaba convencida de que yo era Gigi. La guionista llevaba tanto tiempo trabajando en Broadway y había presenciado tantos castings, que sabía bien cuándo tenía a su próxima protagonista delante. Y esa era yo. Por mucho que me sorprendiera, yo debía ser Gigi.    Por otra parte, Miller no parecía tan interesado en mí como su compañera, pero terminó aceptándome sin poner objeción.   Sabía que muy pronto me iría a vivir a Nueva York. Me trasladaría a la gran manzana y trabajaría en Broadway interpret

Capítulo 56: Julio.

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   Julio. Al fin había comenzado aquel mes con fama de ser tan caluroso. Estaba muy emocionada porque sabía que iba a ver a James. Cogí un tren que me llevaría a Londres, justo a la estación Victoria. Durante todo el trayecto no pude dejar de pensar en James y en todas las cosas que tenía que contarle. Tan solo esperaba que aceptase el hecho de que tuviese que trasladarme a Nueva York para trabajar en Broadway. Pasaríamos el fin de semana en el campo, en un ambiente tranquilo y modesto. Incluso podría aprovechar para planificar mentalmente mi reunión futura con Anita Loos y Giblert Miller, la guionista y el productor de Gigi .     El resultado final fue infinitamente mejor de lo que yo esperaba. James pe pidió que me casara con él. Y con lágrimas en los ojos le dije que sí.

Capítulo 55: Broadway.

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   Broadway. Ni en un millón de años me habría imaginado que aquel sería mi próximo destino. Aquel mismo día, me reuní con Colette y su marido en la suite del hotel en el que estos se alojaban. Con toda la tranquilidad del mundo, Colette me habló de su novela Gigi . La escuché con suma atención. Colette me habló también de la organización del musical que adaptaba la novela que querían estrenar en Broadway. Me contó lo imposible que les había estado resultando encontrar a una actriz protagonista. Mientras tanto, Maurice, su marido, asentía con la cabeza de vez en cuando sin dejar de prestar atención a las palabras de su esposa.     Ante tanta explicación acerca del espectáculo, por un momento creí que me ofrecerían un papel secundario para la obra. Por ello mi sorpresa al saber que pretendían que yo fuera Gigi resultó mayúscula. No podía creérmelo. Todavía no tenía una formación completa como actriz y tan solo había hecho papeles secundarios en películas poco destacadas. Verme en Broa