Capítulo 59: Una llamada de teléfono.
Una llamada de teléfono. Recibí la llamada
de Robert Lennard una mañana de septiembre. Lennard me dijo que Richard
Mealand, el director de las oficinas de la Paramount en Londres había visto una
fotografía mía en una entrevista y quería hacerme una prueba para protagonizar
una película que se rodaría en Roma. El papel era el de una princesa europea.
No tenía nada que ver con los atributos
físicos que todo el mundo buscaba en las actrices de Hollywood. Tenía el pelo
corto, era muy delgada, llevaba zapatos planos y pantalones. Sabía que no
coincidía con el prototipo de actriz hollywoodiense, pero aun así algunos
directores y productores parecían comenzar a interesarse en mí. Y yo no podía
desaprovechar aquellas oportunidades.
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