Capítulo 10: El recital.
El
recital. Aquel evento se convirtió en uno de los más importantes sino de mi
vida de mi infancia al menos. El cuatro de mayo de 1939, el día en que yo cumplía
los diez años, mi madre vino a verme bailar al internado. Recuerdo que aquella
mañana me levanté con un nudo en el estómago, me sudaban las manos y no podía
para de temblar. Pero cuando subí al escenario todos aquellos nervios se
esfumaron. Las cabezas flotantes que me miraban desaparecieron y me centré únicamente
en la ejecución de mis correctos movimientos corporales. La sensación de volar
libre sobre el escenario y de recibir la ovación de mis profesores de danza,
mis compañeras y especialmente el de mi madre aplaudiendo de pie, lo supuso
todo para mí. A partir de aquel día Miss
Ridgen´s School se convirtió en un lugar realmente maravilloso para mí.
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