Capítulo 40: Una gira en Australia y Nueva Zelanda.
Una gira en Australia y Nueva Zelanda. Eso
era justo lo que estaba preparando mi exigente pero querida Madame Avispa, Marie Rambert, en aquel
caluroso verano de 1948.
Estaba muy emocionada ante aquella
posibilidad. Pensé que si algún día iba a bailar en el Covent Garden como primera bailarina, aquella era mi ocasión para
empezar a brillar de verdad ante el gran público. Un “SÍ” o un “NO” era lo
único que me separaba de mi sueño en aquel momento.
El terrible resultado fue un enormísimo “NO”.
Me quedé mirando a Madame Avispa desconcertada.
Fue entonces cuando esta me recordó aquello de que era demasiado alta. Y añadió
que había comenzado a entrenar en serio siendo demasiado mayor y que por ende
algún día sería una gran segunda bailarina o una muy buena profesora de ballet.
Recuerdo como me quedé sola en aquella
enorme sala de ballet. Estaba completamente triste y desolada. Las lágrimas
comenzaron a descender sobre mi rostro borrando así mi acostumbrada sonrisa.
Aunque en parte, de algún modo, sentía alivio por no estar en aquella lista.
Sabía que nadie iba a esforzarse tanto como
yo por conseguirlo. Lo sabía bien. Pero la guerra había causado grandes estragos
en mí y en mi cuerpo. El ballet había sido mi único consuelo en los tiempos más
difíciles de mi corta vida, pero tal vez era hora buscar otro sueño. Uno
alejado de la guerra y del impedimento que acostumbraba a ocasionar mi cuerpo.
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