Capítulo 72: Mi querido William Holden.

   Mi querido William Holden. Él era mi compañero de reparto en Sabrina. Éramos amantes. Manteníamos nuestra relación en secreto porque aunque yo estuviera soltera él seguía casado y tenía tres hijos con su mujer. William era once años mayor que yo. Su sentido del humor y su físico me habían atraído desde el primer día y juntos formábamos un gran equipo.

   Le veía constantemente. Y cuando Billy Wilder gritaba: “¡Acción!” nosotros nos besábamos de verdad. No hacía falta fingir en nuestras escenas románticas, simplemente éramos nosotros mismos.

   En pocos meses me olvidé por completo de mi interés por Mel Ferrer, quién por aquel entonces tan solo era un buen amigo.

   Quería William Holden. Él me prometió que se divorciaría de su mujer, la actriz Brenda Marshall, y que se casaría conmigo. Estaba tan emocionada que le confesé mi idea de tener dos, tres o cuatro hijos. Le dije que quería retirarme de la actuación, que ansiaba dejarlo todo atrás para dedicarme a mi familia. Su mirada se ensombreció pero no dijo nada.

    Cuando terminamos nuestras escenas juntos William me confesó que no podía tener más hijos porque se había hecho la vasectomía. Tuve que dejarle a pesar de estar muy enamorada de él porque en mis planes para ser feliz implicaba convertirme en madre algún día.

    Con el tiempo terminé saliendo con Mel Ferrer, con quien compartía un apartamento en Greenwich Village. Juntos protagonizábamos Ondine, una nueva obra de Broadway.

    Meses después de comenzar a vivir con Mel, anunciaron que estaba nominada a los Premios Óscar en la categoría de Mejor actriz por mi trabajo en Vacaciones en Roma.

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