Capítulo 73: Los Premios Óscar.

   Los Premios Óscar. No podía creerlo pero estaba nominada en la categoría de Mejor actriz a los Premios Óscar por mi trabajo como la princesa Anna en Vacaciones en Roma.

    El 25 de marzo de 1954 tras la actuación de Ondine, me quité la peluca rubia y la malla trasparente de ninfa acuática a toda prisa, recogí y mi abrigo y salí por la puerta trasera del 46th Street Theatre de Broadway de Nueva York. La policía me escoltó hasta la Séptima Avenida, muy cerca de Central Park. Debía ir al NBC New Century Theatre. Y como llegaba más tarde que los demás debido a la función, apenas quedaban fans curioseando a las puertas del gran edificio donde lucía el cartel: “26 edición de los Premio de la Academia”. Aquella era una de las pocas ocasiones en los que la entrega de premio se dividía entre Los Ángeles y Nueva York, y justo la segunda que se televisaba.

     No lo tenía nada fácil porque la película De aquí a la eternidad se postulaba como la favorita con sus trece nominaciones. Y además la actriz Deborah Kerr estaba nominada en mi misma categoría. Al fin y al cabo yo no era más que una novata de veintiún años, pero fuera como fuese mi primera nominación me resultaba una experiencia de lo más emocionante.

   Entre bambalinas me puse un precioso vestido blanco con flores bordadas diseñado por mi buen amigo Hubert Givenchy, a quien había conocido un año atrás y quien terminaría convirtiéndose en una de las personas más importantes de mi vida.

    Usé un espejo de mano y me pinté los labios con el pintalabios que había escogido de forma expresa para la ceremonia. Una vez estuve lista salí disparada sin dejar de temblar y me senté junto a Mel Ferrer. Creí que estaría preparada, pero en aquel momento sentí que no lo estaba. Aquello no era como salir al escenario como Ondine, aquello era algo completamente distinto.

    Diez minutos después, el bailarín Donald O´Connor que estaba oficiando la ceremonia, dio paso a un vídeo grabado en el que Gary Cooper anunciaba a las cinco nominadas en la categorías de Mejor actriz desde un set de filmación en México. Las nominadas eran: Leslie Caron por Lili, Aba Gardner por Mogambo, Deborah Kerr por De aquí a la eternidad, Maggie McNamara por La luna es azul, y por supuesto yo, Audrey Hepburn por Vacaciones en Roma.

Finalmente Donald O´Connor exclamó: ¡Audrey Hepburn!

    Tardé en reacción porque no podía creérmelo. ¿Realmente era yo? Sí, sí que lo era. Por un momento me sentí como una ninfa marina, todavía con mi cabello acuático engominado y mi vestido de flores como la espuma. Subí al escenario tan emocionada que por un momento me confundí de camino y casi desaparezco por el otro lado del escenario. Pero finalmente logré llegar hasta el atril y mi estatuilla dorada.

    Simplemente dije: “Esto es demasiado. Quiero dar las gracias a todos aquellos que en los últimos meses y años me han ayudado, guiado y dado tanto. Estoy verdadera, verdaderamente agradecida. Y terriblemente feliz”.




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