Capítulo 83: La tristeza más profunda.
La tristeza más profunda. Una pena enorme
e indescriptible asoló nuestras vidas. Mel y yo perdimos a nuestro hijo a causa
de un aborto espontáneo. Mi felicidad absoluta se trucó de pronto y todos
nuestros planes se vinieron al traste. Acababa de ser nominada a los Premios
Óscar tras el estreno de la película Sabrina
en París. En mi carrera había conseguido algo muy complicado con aquella
nominación, una segunda película y una segunda nominación, todo de una forma
muy seguida. Pero para mí dicha nominación no tenía valor si no podía cumplir
mi sueño de ser madre. En aquel momento sentí que me volvería loca. No
comprendía por qué no podía lograr lo que otros tenían sin apenas pretenderlo. Además, Mel ya tenía dos hijos
de un matrimonio anterior pero yo seguía sin tener ninguno propio. Mi madre y
Mel me recomendaron que me centrara en mi trabajo. Y eso fue lo que hice.
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