Capítulo 96: Oblatas de la Asunción.


     Oblatas de la Asunción. Para prepararme pasé un tiempo viviendo en el convento francés de Oblatas de la Asunción donde conocí la vida diaria de las monjas. Austeridad, devoción, y silencio. Esas eran las tres palabras que representaban mi vida en el convento.

     El rodaje comenzaba el 28 de enero de 1958 en el Congo. Antes de ir pasé cuatro días en una colonia de enfermos de lepra junto al misionero y doctor británico Stanley Brown. Admiré su labor sin dejar de preguntarme qué estaba haciendo yo por los demás.

    El rodaje en el Congo muy muy duro, una de las experiencias físicas y emocionales más duras de toda mi vida. Fueron 132 días de rodaje con temperaturas entre 37Cº y 54Cº. Estaba lleno de todo tipo de insectos y serpientes, y la gente no dejaba de desmayarse. Rodamos en el hospital, en una leprosería y en la escuela de la misión. Terminé en un quirófano, observando varias operaciones (entre ellas una cesárea en la que el bebé terminó muriendo). Aquello me afectó demasiado.  Por eso en abril, mientras rodábamos los interiores en Italia, escribí a la hermana Lucas y a Kathyrn para contarles hasta qué punto me había cambiado aquel rodaje. Había visto el dolor y la compasión, había hecho mi propio viaje interior hasta encontrarme con los sentimientos que precisaba mi personaje. Ya no podía contar con los vestidos de mi querido amigo Givenchy, tan solo con la expresión de mí rostro, el lenguaje y mis gestos. Sabía que estaba haciendo algo distinto, una labor que nunca antes habría podido imaginar que terminaría haciendo.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Capítulo 4: Mis padres.

Capítulo 112: Los preparativos.

Capítulo 5: Vida en el campo.