Capítulo 100: Miedo y felicidad.
Miedo y felicidad. Sentía una extraña
mezcla entre miedo y felicidad. Llovía con fuerza en Bürgenstock
cuando de nuevo empecé a sentir dolor. Mi marido Mel estaba a mi lado, y juntos
fuimos a maternidad en Lucerna. El 17 de julio de 1960 nació mi hijo Sean. El
alumbramiento me llenó de felicidad porque sabía que había sufrido el dolor más
bonito del mundo al darle la vida al pequeño Sean. Desde allí mismo, desde el
hospital, Mel les envió el siguiente telegrama a nuestros amigos y seres
queridos:
NIÑO SEAN NACIDO A LAS DOS CUARNTA ESTA TARDE. CUATRO
KILOS Y MEDIO. AUDREY BEATÍFICAMENTE FELIZ. BESOS MEL.
Comentarios
Publicar un comentario