Capítulo 114: ¡Maldito doblaje!

 

     ¡Maldito doblaje! ¿Pero cómo era eso posible? Me quedé blanca como la pared cuando me dijeron que iban a doblarme las canciones. Me habían engañado. Marni Nixon, una soprano cante de ópera llevaba contratada desde mayo y nadie me lo había comunicado. La técnica de una cantante profesional podía ser perfecta, sí, pero aquella mujer carecía de nociones de interpretación por lo que su voz no podía trasmitir los sentimientos de Eliza. Horas y horas de clase de canto para mejorar la técnica vocal, mi experiencia de otros musicales trasmitido a este... todo ese trabajo tirado a la basura. Me decepcionaba enormemente. Aquello no era nada justo... ¡Maldito doblaje!

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