Capítulo 122: No... ¡Agua no!

     No... ¡Agua no! En una de las escenas de Dos en la carretera Albert tenía que echarme a una piscina. Teniendo en cuanta mi hidrofobia lo pasé fatal. Finalmente solo acepté rodarla con buzos en el interior de la piscina y fuera del plano por si sufría un ataque de pánico. Y eso, sí, la escena trascurriría de la forma más rápida posible. También tuvimos que rodar algunas secuencias en la playa, pero lo que verdaderamente me preocupaba era aquel espacio gigantesco repleto de agua a lo que llaman piscina. Un lugar horrible y tenebroso.







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