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Mostrando entradas de julio, 2022

Capítulo 51: El cine y sus fiestas.

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     El cine y sus fiestas. Jack Dunfee era mi agente. Pasaba los días entre audiciones, rodajes y trabajos como modelo. Me parecía que todo se movía muy deprisa y que el tiempo volaba. Me invitaban a fiestas cinematográficas. A ellas solía acudir en compañía de Jack, mi agente. Las fiestas que organizaba la industria del cine formaban parte del trabajo. No tenía en cuenta aquello a lo que solían llamar el Star System. Para mí no era importante a quién calificaban como estrella y a quién no. Tampoco lo eran aquellas fiestas puesto que había llegado hasta allí sin necesitarlas y pensaba seguir de la misma manera.    No obstante, fue en una de ellas donde conocí a James Hanson. James no pertenecía al mundo del cine. Era un chico de veintiocho años con aires de aristócrata y de buena familia. Había heredado una gran fortuna de los negocios familiares relacionados con el transporte. Como aficiones supe que jugaba al golf y al polo.    Cuando hablé co...

Capítulo 50: Nora.

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    Nora. Nora sería mi próximo papel, un personaje perfecto para mí. Thorold Dickinson, aquel director de cine que unos meses atrás me había prometido una prueba, volvió porque necesitaba a una chica que bailara y actuara. Los papeles protagonistas para la cinta Secret People ya estaban ocupados, pero les faltaba encontrar a Nora y yo era perfecta para ella.    No obstante, como los dos protagonistas no eran muy altos y yo sí, partía con cierta desventaja.     Fue el 23 de febrero de 1951 cuando realicé esa audición. Era la última de las candidatas en presentarse. No estaba nerviosa puesto que tenía que bailar y bailar era lo que mejor se me daba en el mundo.    Posteriormente supe que, antes de realizar la segunda audición, los productores ya se habían decantado por mí sin darle mayor importancia a mi estatura.    Secret People era un drama ambientado en 1937 que explicaba las dificultades a las que tenían que enfre...

Capítulo 49: Pequeños papeles.

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       Pequeños papeles. Comencé con One Wild Oat de Charles Saunders, en la que interpreté a una recepcionista de hotel estirada que recibía una llamada de un antiguo novio durante veinte segundos. Luego participé en Risa en el paraíso de Mario Zampi, en la que aparecí en tres escenas como vendedora de cigarrillos y rodé las tres escenas en un solo día. Posteriormente participé en Oro en barras y en Young Wives´Tale , completando así el acuerdo que tenía con la ABPC.     Corría el año 1950 y yo ya tenía los veintiún años. En pocos meses había participado en varias películas. Aunque estas no tenían mucha transcendencia, dada mi inexperiencia en el mundo del cine, me sentía más que satisfecha.

Capítulo 48: ¿Bailarina, cantante, modelo o actriz?

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     ¿Bailarina, cantante, modelo o actriz? Con tantas ofertas y tantas oportunidades llegó un momento en el que ya no sabía ni lo que era.     Robert Lennard, un director de reparto de la Associated British Pictures Corporation (ABPC), me propuso un contrato de siete años con sus estudios. Pero siete años me parecían demasiados. No sentía que pudiese comprometerme como actriz durante tanto tiempo teniendo tantos caminos abiertos. Además, ¿y si no se me daba tan bien como todos pensaban?      Con Sauce Tartare y una obra infantil que estaba haciendo por aquel entonces, apenas llegaba a las doce libras semanales. Por eso al final acepté la oferta de Lennard de hacer tres películas para su compañía con papeles de reparto. Por la primera me pagarían 500 libras, por la segunda 1000 libras y por la tercera hasta 1500 libras.      Acepté. Había llegado el momento de descubrir un nuevo mundo y probar suerte en el cine.

Capítulo 47: ¿Actuar, yo?

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       ¿Actuar, yo? Actuar ante una película de cine, nunca en la vida se me habría pasado por la cabeza que podría hacer algo así. Estaba tan acostumbrada a los escenarios, a actuar bailando y cantando ante el público y a posar como modelo, que jamás lo habría imaginado.    Me preocupaba no saber desenvolverme bien ante las cámaras, por lo que terminé apuntándome a clases de interpretación. Mi maestro fue Felix Aylmer. Me enseñó a modular la voz a través de la lectura de obras clásicas y modernas.    Durante los cuarenta muchos directores británicos habían emigrado a Hollywood para buscarse la vida creando su arte. Algunos de sus nombres comenzaban a sonar al fin a principios de los cincuenta. Nos contaban historias cómicas, pero también otras crudas y comprometidas con el trasfondo del realismo social. Veía todo aquello con interés, esperando descubrir más sobre el mundo del cine.     A pesar de estas nuevas oportunidad...

Capítulo 46: Nuevas oportunidades.

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      Nuevas oportunidades. Por aquel entonces no tenía ni idea de la gran oportunidad que estaba al caer.     Todo comenzó con mi participación en la versión abreviada de Sauce Tartare. Una época desbordante para mí que hizo que comenzara a fumar para aplacar los nervios. Fumaba la marca Gold Flakes . Y cada uno de los cigarrillos me supo al primero que tomé tras la liberación de Arnhem. Para mí, el sabor de la libertad.    Por otra parte, la obra Sauce Picante , se estrenó el 27 de abril de 1950. La función no llamó especialmente la atención de la crítica, pero para mí la situación fue muy distinta. Algunos hombres del mundo del espectáculo querían hacerme ofertas para sus proyectos.    Una noche, tras la función, Thorold Dickinson, un hombre de frente ancha y con unas gafas perfectamente redondas, vino a ofrecerme una prueba.    Dickinson era guionista y director de cine británico y estaba preparando una película a niv...